Wednesday, January 18, 2012

CARTA AL SR PRESIDENTE OLLANTA HUMALA T

Señor Presidente Ollanta Humala T:

Al margen de situaciones políticas, conflictos sociales y dimes y diretes, un líder debe darse espacio para la sensibilidad, la generosidad y especialmente para enseñar moralmente a propios y extraños, entre otros valores, de lo que significa el reconocimiento y la gratitud. Hace un mes el Coronel PNP ® Benedicto Jiménez Bacca fue internado en el Hospital de Policía y gracias a Dios hace pocos días ha superado favorablemente la intervención quirúrgica mascullando su silencio. 
Sus amigos, familiares y aun aquellos que conocen de él solamente por su tenacidad y contracción al trabajo, permanecimos orando y expectantes  por su salud. Sé que Usted no es ni su amigo, ni mucho menos su familiar, y yo tampoco, pero usted encarna el liderazgo político y social de un país enfermo de valores donde la ingratitud, entre otros males, campea a diestra y siniestra; sin embargo, Señor Presidente usted puede hacer la diferencia educando con el ejemplo. 
Usted bien sabe quién es el Coronel Jiménez, lo que hizo como Oficial de Policía, y lo que representa en vida. Estoy seguro que si él hubiese fallecido, usted habría enviado una ofrenda floral o quizá le hubiese dedicado unas palabras a aquel héroe anónimo líder del GEIN y de la bien llamada “captura del siglo“un 12 de setiembre de 1992, fecha que constituye un hito en la historia reciente del Perú. También estoy de acuerdo con usted en que héroes anónimos los hay en cada rincón del país y en el extranjero que vistiendo el uniforme, tal como usted lo hizo, dieron su cuota de sacrificio para que el país encuentre el camino de la democracia y la seguridad. En fin, gracias a Dios, no es tarde Señor Presidente, quizá usted como primer mandatario sí sienta gratitud, pero si no la expresa, es como envolver un regalo y no darlo.
Entiendo que hay miles de enfermos y otros tantos pasando por situaciones duras y penosas; como también entiendo que sería imposible visitarlos a todos; sin embargo, considero equitativo y leal que la persona de don Benedicto personifica a todos aquellos que mediante la contracción al trabajo, la dedicación exclusiva, el desprendimiento, la prudencia y la paciencia nos permitieron un lugar más seguro para la vida política y la libertad que consagra nuestra Constitución.
Sé que el Coronel Jiménez tiene detractores y enemigos, como los tiene usted y quizá como los tenga yo, pero cuando se está cerca de la muerte dejemos de ser mezquinos y por unos minutos intentemos ser mejores seres humanos.
Atte.
Luis Yunis